La principal medida es evitar el contacto con sangre infectada. Para ello, no se deben compartir agujas ni jeringas.

Además, es esencial verificar que todo el material usado en tatuajes, perforaciones o procedimientos médicos sea estéril y de uso único.

En la vida cotidiana, se recomienda no compartir objetos personales como cepillos de dientes o máquinas de afeitar, cubrir adecuadamente cortes y heridas, y utilizar condones para reducir el riesgo de transmisión sexual. Asimismo, las personas con hepatitis C no deben donar sangre, órganos ni tejidos.

La información y la prevención salvan vidas.

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