Una ola de llamadas que parecen venir de estados de EE. UU., como Indiana, Ohio, Nueva York o Kentucky, ofrece empleos u otras oportunidades para atraer a la víctima. Según expertos en ciberseguridad, el objetivo real es que la persona devuelva la llamada (lo que genera cobros internacionales en la factura), entregue datos personales y hasta permita la captura de muestras de voz que pueden usarse para clonar biometría y vulnerar sistemas de reconocimiento. Además, estas llamadas sirven para crear bases de datos que luego se aprovechan en intentos de extorsión o fraude financiero.

Lluvia intensa provoca inundaciones y caos vial en Cuernavaca