En 1999, Tonda Dickerson, una mesera de Grand Bay, Alabama, vivió un giro inesperado en su vida cuando un cliente habitual le regaló un boleto de lotería como propina. Contra todo pronóstico, ese boleto resultó ganador de 10 millones de dólares, convirtiéndola de la noche a la mañana en millonaria. Pero lo que parecía un sueño, pronto se transformó en una pesadilla legal, mediática y personal.
El caso de Dickerson es uno de los más insólitos y comentados en la historia de la lotería en Estados Unidos, por las demandas que enfrentó, un secuestro por parte del mismo hombre que le dio el boleto y un proceso fiscal millonario con el IRS.
Acto 1: Tonda Dickerson fue demandada por sus propios compañeros de trabajo
Después de hacerse ganadora del millonario premio, Dickerson decidió conservar todo el dinero para sí. Sin embargo, sus compañeros de trabajo aseguraron que existía un acuerdo verbal entre todos para dividir cualquier premio en caso de que alguno ganara con los boletos que el cliente les regalaba.
El caso fue llevado ante la Corte Suprema de Alabama, donde Dickerson logró ganar en 2002. El tribunal resolvió que dicho acuerdo era ilegal por tratarse de una apuesta informal, lo cual contravenía las leyes estatales. Legalmente, ella tenía derecho a quedarse con el premio completo.
Acto 2: Tonda Dickerson fue secuestrada por el mismo hombre que le regaló el boleto ganador
Lo más impactante ocurrió en 2006, cuando Edward Seward, el cliente que originalmente le regaló el boleto, la secuestró a punta de pistola. Seward la obligó a subir a su camioneta con aparentes intenciones de extorsión o venganza. Lo insolito fue que durante el secuestro, Tonda logró arrebatarle el arma y le disparó en la pierna para poder escapar.
El caso fue registrado por las autoridades como intento de secuestro agravado y Seward fue procesado por el intento de secuestro.
Actor 3: Tonda Dickerson tuvo que pagar más de 1 millón de dólares en impuestos
El conflicto no terminó ahí. Años después, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) también fue tras ella. ¿El motivo? Dickerson colocó el dinero en una corporación familiar y se asignó acciones a ella y a sus familiares, lo cual fue considerado una forma de evadir el pago de impuestos sobre donaciones.
El tribunal fiscal dictaminó que debía pagar más de un millón de dólares en impuestos federales. Aunque ella argumentó que no era una donación sino una estrategia de administración, la justicia falló en su contra, marcando otro capítulo complicado en su historia.
¿Qué fue de Tonda Dickerson después de los juicios y el secuestro?
Desde entonces, Tonda Dickerson se ha mantenido alejada del ojo público. Tras haber enfrentado demandas, escándalos y un intento de secuestro, optó por una vida más reservada. Se sabe que por un tiempo continuó en Alabama, vinculada a la administración de la corporación familiar donde depositó el dinero del premio.
Pero no ha dado entrevistas ni ha reaparecido en medios en los últimos años, aún así su caso sigue siendo recordado como un ejemplo de que ganar la lotería, no siempre puede ser una bendición.
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