En México las olas de calor no solo elevan las altas temperaturas, en varios estados se han registrado por arriba de los 45 grados centígrados, también pareciera que, elevan los ánimos, y es que seguro has notado cambios más irritantes en ti o tu alrededor.
Y es que aunque no lo creas el calor sí tiene qué ver en el comportamiento de la población, incluso en épocas de calor aumentan los índices de violencia y agresividad, justo porque las personas se vuelven más irritables.
Aunque tengas dudas, los datos son investigados por científicos, te contamos por qué con el calor sí te pones de malas.
¿Por qué el calor pone de malas?
De acuerdo con información de la Revista de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM), el clima sí influye en cómo nos sentimos y comportamos en nuestro entorno.
Al igual que pasa con el frío o los días lluviosos que generan tristeza, el tiempo meteorológico tiene un gran impacto sobre el estado de ánimo y las decisiones que toma la gran mayoría de las personas.
Por su supuesto que, en las horas pico donde los Rayos UV se encuentran en su máximo esplendor, un ser humano difícilmente estará contento y sonriente.
“Cuando tenemos calor, el estado de ánimo literalmente se calienta y nos ponemos irritables, lo que favorece la violencia y la agresión física. Sucede que el incremento en la temperatura ambiental produce un aumento en la presión sanguínea y un cambio en las prioridades del cuerpo”
Es decir, cuando hace calor, el cerebro se concentra en regular la temperatura y la presión corporal, produciendo menos neurotransmisores que regulan las emociones, como la serotonina.
De acuerdo con el científico Craig Anderson, de la Universidad Estatal de Iowa, por más de 30 años ha investigado los motores de la violencia humana en diferentes situaciones: Cuando usamos videojuegos, y en particular cuando sufrimos calor. Sus estudios han mostrado que las ondas de calor, los veranos extremos o los años particularmente calientes están relacionados con un aumento en los asaltos violentos y las invasiones de propiedad en Estados Unidos. Él y sus colaboradores encontraron una relación entre la temperatura promedio anual y los asaltos más violentos.
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