Un sonidero es mucho más que un DJ: es el alma de la fiesta popular. Se encarga de poner cumbia, salsa y hasta reguetón, mientras lanza saludos personalizados y prende el ambiente con luces, sonido potente y puro ritmo latino.
Este movimiento nació en los barrios de la Ciudad de México en los años 60 y, desde entonces, se ha convertido en una tradición que une generaciones y vecindades enteras. En Puebla y otras partes del país, los bailes sonideros vuelven a tomar fuerza, demostrando que el sabor y la comunidad nunca pasan de moda.
Ofrendas aesthetics: Tradición vs tendencia en México durante el Día de Muertos