La tarde del sábado 11 de octubre, un taller clandestino de fuegos artificiales estalló, provocando un incendio que arrasó más de 100 viviendas. El fuego se propagó rápidamente por la zona de Pamplona Alta, dejando al menos 300 personas damnificadas y varios heridos. Bomberos y policías trabajaron durante horas para controlar las llamas. Vecinos captaron el momento en video, que se viralizó en redes sociales.

La tragedia reabre el debate sobre los talleres clandestinos de pirotecnia, que operan sin medidas de seguridad en zonas densamente pobladas. Autoridades locales han iniciado investigaciones y prometen reforzar la vigilancia en zonas de riesgo. Las llamas ya se apagaron, pero el dolor y la incertidumbre siguen encendidos

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