Y aunque durante años los métodos anticonceptivos se han asociado principalmente con las mujeres, hoy los hombres tienen más opciones de las que imaginas.
Empecemos por lo básico: los métodos más conocidos. El condón, además de prevenir embarazos, protege contra enfermedades de transmisión sexual. Es práctico, accesible y altamente efectivo si se usa bien.
Después está la abstinencia periódica, que consiste en evitar relaciones sexuales durante los días fértiles de la pareja. También existe el famoso “retiro” antes de la eyaculación, aunque este último no siempre es confiable.
Pero la ciencia no se queda atrás. Actualmente se desarrollan pastillas anticonceptivas para hombres, diseñadas para modificar la producción de esperma, e incluso implantes temporales que liberan hormonas para frenar su generación de manera reversible.
Y claro, está la opción definitiva: la vasectomía, un procedimiento quirúrgico que bloquea los conductos deferentes, evitando la liberación de espermatozoides. Es un método seguro y permanente, pensado para quienes ya decidieron no tener hijos o ya tienen los hijos que planearon.
Lo importante aquí es elegir el método que mejor se adapte a tu salud, tu cuerpo y tu proyecto de vida en pareja. Hablarlo, informarte y tomar decisiones responsables también es parte del cuidado de la salud sexual.
Infórmate, elige con responsabilidad y construye un futuro sexual más seguro.
Edición: Alí García
La lactancia también se aprende: prepárate desde el embarazo