Estos nombres no son oficiales, pero se viralizan porque capturan el miedo y la magnitud del fenómeno.

“Tormenta Negra” se popularizó en México por lluvias extremas, cielos tan oscuros que parecía de noche y rayos que iluminaban como flashes de película.

“Huracán Monstruo se usa para ciclones categoría 4 o 5 con vientos devastadores y trayectoria impredecible. Como si fueran bestias del océano.

DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos): Una masa de aire frío atrapada en altura, que al descender provoca lluvias torrenciales, granizo y tormentas eléctricas. Actúa como un francotirador atmosférico: aparece, dispara y se va.

Ciclón Bomba: Se forma cuando la presión atmosférica cae en picada en menos de 24 horas. Provoca tormentas invernales explosivas, con nieve, viento y caos. Es como si el clima activará su modo berserker.

Estos fenómenos se forman por desequilibrios en la atmósfera: – Cambios bruscos de temperatura – Presión atmosférica inestable – Humedad acumulada – Corrientes de aire y océano alteradas Sus efectos van desde inundaciones y apagones, hasta nevadas extremas, granizadas y daños millonarios. Y con el cambio climático… estos “villanos” se vuelven más frecuentes y más fuertes.

Tormenta Negra. Huracán Monstruo. DANA. No vienen de otro planeta, vienen del nuestro. Y aunque no usan capa su poder es real. Por eso, mantenerse informados es clave: solo así podemos anticiparnos, protegernos y resistir cualquier adversidad del clima.

Efecto Fujiwhara: la danza de los huracanes