¿Gastar en temporada de ofertas es una trampa financiera o un movimiento inteligente? La respuesta es simple y sin maquillaje: todo depende de cómo manejas tu dinero y de qué tan honesta eres contigo misma. Si compras con la cabeza fría —preguntándote si de verdad lo necesitas, revisando qué ya tienes y considerando el impacto ambiental de cada elección— ya vas un paso adelante.
Los expertos lo resumen en dos reglas casi minimalistas: Comprar menos. Y cuando compres, elegir lo más sostenible y solidario posible.
A eso súmale un presupuesto claro y una relación más consciente con tu dinero. Con ese combo te vuelves una consumidora más estratégica, realista y responsable… sin dejar de disfrutar las ofertas.
Tip extra para tus finanzas: antes de caer en la tentación, calcula cuánto tiempo te costará ganar lo que vas a gastar. Si el número te incomoda, quizá no vale la pena.
¿El árbol de navidad se lava?








