Las estrellas vibran constantemente debido a procesos internos como la fusión nuclear. Estas vibraciones generan ondas acústicas que se propagan dentro de ellas, como si fueran instrumentos musicales gigantes. Aunque no podemos oírlas directamente, los astrónomos usan telescopios para captar esas vibraciones y convertirlas en sonidos audibles mediante un proceso llamado sonificación.
Las estrellas grandes suenan como bajos profundos o tubas cósmicas. Las más pequeñas, como violines o flautas estelares. Cada estrella tiene su propia “firma sonora”, y algunas incluso han sido convertidas en música por artistas y científicos.
Puedes escuchar el sonido de las estrellas en sitios como la NASA o proyectos como System Sounds. Solo necesitas auriculares y curiosidad. Porque el universo no solo se ve, también se escucha.
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